LA OFENSIVA DE WRANGEL

SU DERROTA


Extracto de La Revolución desconocida de Volin. Ed. Campo Abierto.



Los bolcheviques, en peligro. Su acuerdo con el ejército insurreccional.

-Pasemos al cuarto acto: la expedición de Wrangel.

Ei ex oficial zarista barón Wrangel encabezó el movimiento blanco en reemplazo de Denikin. En Crimea, el Cáucaso y las regiones del Don y Kuban se esforzó en reagrupar y organizar los restos de las tropas denikistas, y, logrado esto, reforzó sus tropas de base con sucesivos reclutamientos. Así pudo disponer de un ejército bien ensamblado y adicto, a favor de la desastrosa política de los bolcheviques, que suscitaba la oposición de masas populares cada vez más numerosas.

Wrangel comenzó a inquietar a los bolcheviques desde la primavera de 1920. Más fino y astuto que Denikin, se hizo prontamente peligroso, y a mediados del verano se colocó netamente en ventaja. Avanzaba lentamente, pero sobre seguro. Y bien pronto su avance constituyó una grave amenaza para toda la cuenca del Donetz. Los bolcheviques estaban muy comprometidos en el frente polaco, experimentando reveses, de modo que la entera causa se hallaba de nuevo en peligro.

Como anteriormente contra Denikin, los makhnovistas decidieron combatir a Wrangel en la medida de sus fuerzas y medios. En varias ocasiones cargaron contra él, pero cada vez, en pleno combate, debían abandonar la línea de fuego y retirarse, pues las tropas rojas los tomaban de flanco. Al par, las autoridades bolcheviques no cesaban de calumniar a los makhnovistas, agregando a las acostumbradas acusaciones de defensores de «kulaks» y «bandidos», la falsa especie de una alianza entre Makhno y Wrangel. Así, el representante plenipotenciario del gobierno de Kharkov, Yacovleff, declaró en sesión plenaria del soviet de Ekaterinoslav que el gobierno tenía la prueba escrita de esa alianza. Tales procedimientos eran, para los bolcheviques, «medios de lucha política».

Los makhnovistas no podían permanecer indiferentes ante el avance cada vez más amenazante de Wrangel. Consideraban que se debía combatirlo sin tardanza para no darle tiempo a extenderse y consolidar sus conquistas. Pero con los bolcheviques, ¿qué hacer? Estos les impedían obrar y, además, su dictadura era tan nefasta y hostil a la libertad de los trabajadores como la de Wrangel. Examinado el problema en todas sus faces, el Consejo de los insurgentes y el estado mayor del ejército consideraron que, ante la Revolución, Wrangel representaba, no obstante, el peligro número uno, y que se debería intentar un entendimiento con los bolcheviques. Sometido el caso al conjunto de los insurgentes, éstos adoptaron, en un gran mitin, la opinión del Consejo y del estado mayor, en vista de los grandes resultados que podría aportar el aniquilamiento de Wrangel, y resolvieron proponer a los bolcheviques la suspensión de las hostilidades para aplastar de consuno a Wrangel.

En julio y agosto se enviaron despachos en tal sentido a Moscú y Kharkov, en nombre del Consejo y del comandante del ejército insurreccional, que no obtuvieron respuesta. Mientras, los bolcheviques persistían en su doble campaña de actos de guerra y de calumnias.

En setiembre, los rojos debieron retirarse de Ekaterinoslav. Wrangel se apoderó, casi sin resistencia, de Berdiansk, Alexandrovsk, Gulai-Pole, Sinelnikovo, etc. Fue entonces que una delegación plenipotenciaria del Comité Central del Partido Comunista, encabezada por un tal Ivanoff, llegó a Starobelsk, gobernación de Kharkov, donde acampaban los makhnovistas a esa fecha, a objeto de iniciar tratativas para una acción combinada contra Wrangel. Allí mismo se convinieron los preliminares de un acuerdo militar y político entre los comunistas y el poder soviético, cuyas cláusulas fueron enviadas a Kharkov para su redacción definitiva y su ratificación. Al efecto, y para establecer relaciones continuadas con el estado mayor bolchevique, Budanoff y Popoff partieron para Kharkov. El acuerdo quedó ultimado entre el 10 y el 15 de diciembre de 1920.

A pesar de la necesidad de abreviar, es necesario transcribir por entero este documento histórico, de tan sugestivo tenor. Sin conocerlo en todos sus puntos no podrían ser comprendidos ni apreciados en su justo valor los acontecimientos que siguieron a la conclusión del pacto.
 

Convención del acuerdo militar y político preliminar entre el gobierno soviético de Ucrania y el Ejército insurreccional revolucionario (makhnovista) de Ucrania

Parte 1ª.: Acuerdo político

1. Liberación de todos los makhnovistas y anarquistas presos o exilados en todo el territorio de la república soviética; cese de toda persecución contra ellos, excepto para los que hayan emprendido la lucha armada contra el gobierno soviético.
2. Completa libertad, para makhnovistas y anarquistas, de propaganda pública de sus ideas y principios, por la palabra y la prensa, excepto la incitación al derrocamiento violento del poder soviético ya condición de respetar las disposiciones de la censura militar. Para todas sus publicaciones, los makhnovistas y los anarquistas, como organizaciones revolucionarias, reconocidas por el gobierno, dispondrán del aparato técnico del Estado, sometiéndose, naturalmente, a los reglamentos técnicos pertinentes.
3. Libre participación en las elecciones de los soviets y derecho a ser electos para makhnovistas y anarquistas. Libre participación en la organización del próximo quinto congreso panucraniano de los soviets en diciembre próximo.

Firman: Yakovieff, por el gobierno, y Kurilenko y Popoff, por el movimiento makhnovista.

Parte 2ª.: Acuerdo militar

1. El ejército makhnovista formará en las fuerzas armadas de la República como ejército de guerrilleros, subordinado, en cuanto a las operaciones, al mando supremo del ejército rojo. Conservará su estructura interna, sin obligación de adoptar las bases y los principios de organización del ejército rojo regular.
2. Al pasar por territorio soviético, hallarse en el frente o atravesarlo, el ejérc;ito makhnovista no aceptará en sus filas destacamentos o desertores rojos.
Notas:
a) Las unidades o soldados rojos que el ejército insurreccional haya encontrado a la retaguardia del frente de Wrangel y se le hubiesen unido deberán volver a sus propias filas rojas.
b) Los guerrilleros makhnovistas que se hallan a la retaguardia del frente de Wrangel, así como todos los que se hallan al presente en las filas del ejército insurreccional, permanecerán en ellas, aunque hayan sido movilizados anteriormente por el ejército rojo.
3. A fin de aniquilar al enemigo común -el ejército blanco-, el ejército insurreccional revolucionario de Ucrania informará, a las masas trabajadoras que lo apoyan, sobre el acuerdo concertado, y recomendará a toda la población a cesar toda acción hostil contra el Poder de los soviets; por su parte, el gobierno de los soviets hará inmediatamente públicas las cláusulas del acuerdo.
4. Las familias de los combatientes del ejército insurreccional radicadas en territorio de la República de los Soviets gozarán de iguales derechos que las de los soldados del ejército rojo y serán provistas, al efecto, de. los documentos necesarios, por el gobierno soviético de Ucrania.

Firmado: Frunze, comandante del frente sur; Belakun, Gussef, miembros del Consejo revolucionario del frente sur; Kurilenko, Popoff, delegados plenipotenciarios del Consejo y del comando del ejército insurreccional makhnovista.

Los delegados makhnovistas sometieron al gobierno de los soviets una cuarta cláusula de orden político:
 
Uno de los elementos esenciales del movimiento makhnovista es la lucha por la autoadministración de los trabajadores, por lo cual el ejército insurreccional estima de su deber insistir sobre el siguiente punto (el cuarto): en la región donde opere el ejército makhnovista la población obrera y campesina creará sus instituciones libres por la autoadministración económica y política; sus instituciones serán autónomas y vinculadas federativamente, mediante pactos, con loS órganos gubernamentales de las repúblicas soviéticas.
Se trataba, prácticamente, de reservar a los insurgentes makhnovistas dos o tres departamentos de Ucrania para que pudiesen realizar en ellos su experiencia social, manteniendo relaciones federativas con la U. R. S. S. Aunque esta cláuswla especial no se incorporó al pacto firmado, los makhnovistas le atribuyeron, naturalmente, gran importancia.

Detalle significativo: firmado el pacto, los bolcheviques se vieron en la obligación de declarar, por conducto del Comisariado principal de guerra, que jamás Makhno había estado en relaciones con Wrangel; que las afirmaciones difundidas al respecto por las autoridades habían sido un error debido a falsas informaciones, etc. Estas declaraciones fueron publicadas por dicho Comisariado, con el título «Makhno y Wrangel», en el Proletario y otras publicaciones de Kharkov, hacia el 20 de octubre de 1920.

Examínese atentamente el texto del acuerdo y se distinguirán claramente en él dos tendencias opuestas: estatista la una, defensora de los privilegios y prerrogativas acostumbradas de la autoridad; popular y revolucionaria la otra, defensora de las sólidas reivindicaciones de las masas subyugadas. Es asaz característico que la primera parte del acuerdo -la de orden político, que contiene !la reivindicación de los derechos naturales de los trabajadores- expresa únicamente las tesis makhnovistas. En este aspecto las autoridades bolcheviques adoptaron la clásica actitud de todas las tiranías: tratar de limitar las reivindicaciones formuladas por los makhnovistas, regateando en todos los puntos, haciendo lo más posible por reducir los derechos del pueblo laborioso, indispensables para su verdadera libertad e inalienables.

Con diversos pretextos, las autoridades bolcheviques retardaron largamente la publicación del acuerdo concertado, en lo que los makhnovistas vieron un signo que nada bueno auguraba. Ante tal deslealtad, ellos declararon firmemente que, en tanto no fuera publicado el pacto, el ejército insurreccional no se atendría a sus cláusulas. y sólo tras esta presión directa el gobierno se decidió a publicar el texto del acuerdo. Pero no lo hizo de una vez integralmente: publicó primero la parte II (de orden militar), y después de un intervalo la parte I (de orden político), con lo que el verdadero sentido del pacto resultó oscurecido. Los lectores, en su mayoría, no lo captaron; precisamente lo que el gobierno había procurado. En cuanto a la cuarta cláusula política propuesta, las autoridades ucranianas no la incluyeron, pretextando que debían consultar especialmente al respecto con Moscú.

Primera derrota de Wrangel por las makhnovistas. Su definitiva desastre.

-Entre el 15 y el 20 de octubre el ejército makhnovista se puso en marcha para atacar a Wrangel. La línea de batalla se extendió desde Sinelnikovo a Alexandrovsk-Pologui-Berdiansk, apuntando al istmo de Perekop, asaz estrecho y accidentado, que une Crimea al continente.

Ya desde los primeros combates, entre Pologui y la ciudad de Orekhov, una parte importante de las tropas de Wrangel, mandadas por el general Drozdoff, fue batida, y 4.000 soldados cayeron prisioneros [1].

Tres Semanas más tarde, la región quedó libre de las tropas de Wrangel, que se replegaron hacia Crimea.

A comienzas de noviembre los makhnovistas se encontraban, conjuntamente con el ejército rojo, ante Perekop. Días después, mientras el ejército rojo sitiaba a Perekop, una parte de las tropas makhnovistas, por orden del estado mayor, cruzó a una treintena de kilómetros a la izquierda del istmo, sobre el estrecho de Sivach, helado en esa época. La caballería, comandada por Martchenko (campesino anarquista, originario de Gulai-Pole), marchaba a la vanguardia, seguida por el regimiento de ametralladoras, a las órdenes de Kojin (campesino revolucionario de extremado denuedo). La travesía, realizada bajo el intenso fuego continuo del enemigo, costó muchas vidas. Pero el brío y la tenacidad de los atacantes acabaron por quebrar la resistencia de las tropas de Wrangel, que se dieron a la fuga. Entonces otro ejército makhnovista, el de Crimea, a las órdenes de Simón Karetnik (otro campesino anarquista de Gulai-Pole), se dirigió en derechura hacia Simferopol, que fue tomada por asalto el 13 y el 14 de noviembre. Al par, el ejército rojo forzaba el paso de Perekop. Es innegable que, con su penetración en Crimea por el cruce del estrecho de Sivach, los makhnovistas contribuyeron decisivamente a Ja toma del istmo de Perekop, considerado inexpugnable, obligando a Wrangel a retirarse al fondo de la península de Crimea, para no ser cercado en los desfiladeros de Perekop.

Así terminó la tentativa de Wrangel. Los restos de sus tropas se embarcaron, de prisa, en el litoral sur, hacia el extranjero.

Nuevas tentativas de trabajo constructivo en la región insurgente.

-Ya hemos dicho que, después del abandono de Ekaterinoslav y del segundo conflicto con los bolcheviques, seguido de la expedición de Wrangel, los acontecimientos de orden militar impidieron nuevamente toda actividad creadora de las masas laboriosas en la región insurgente. Hubo, sin embargo, una excepción: la aldea de Gulai-Pole.

Es de señalar que, aunque considerada aldea, Gulai-Pole es más bien una ciudad, y no poco importante. Cierto que en la época de que se trata su población la integraban casi únicamente campesinos, oscilando entre veinte y treinta mil habitantes. Contaba con varias escuelas primarias y dos liceos. Su vida era intensa y muy avanzada la mentalidad de la población. Naturalmente, se habían radicado desde hacía tiempo en ella maestros, profesores y otros intelectuales. Aunque durante las encarnizadas luchas cohtra Denikin, los bolcheviqües y Wrangel, Gulai-Pole había cambiado repetidamente de mano, y aunque, por otra parte, el gobierno soviético, contrariamente al acuerdo concertado, estableció un semibloqueo de la región e hizo cuanto pudo por trabar la libre actividad de los trabajadores, el núcleo activo de los makhnovistas que permaneció allí prosiguió enérgicamente su obra constructiva, con la ayuda y el concurso entusiastas de la entera población.

Se encaró, ante todo, la organización de un libre soviet local de los trabajadores, que debía cimentar los fundamentos de la vida nueva, económica y social, de la región, en base a los principios de la libertad y la igualdad, exenta de toda autoridad política. Los habitantes de Gulai-Pole realizaron al efecto varias reuniones preliminares, y al cabo de ellas constituyeron un soviet que funcionó durante algunas semanas, hasta que los bolcheviques lo destruyeron.

Al mismo tiempo, el Consejo de los insurgentes elaboró y editó, como proyecto, los Estatutos fundamentales del Soviet libre.

La obra de instrucción escolar y de educación pública mereció, por otra parte, activa consagración, lo que se imponía urgentemente, pues las repetidas incursiones de las varias fuerzas enemigas habían tenido nefasta repercusión en el dominio de la enseñanza. Los maestros, sin remuneración desde mucho tiempo, se habían dispersado y los edificios escolares, abandonados, se hallaban en malas condiciones. En cuanto las circunstancias lo permitieron, los makhnovistas y toda la población se contrajeron ala tarea de reanudar la obra educativa.

Merecen nuestra atención, sobre todo, las ideas madres en que basaron esta obra los iniciadores:

  1. Son los trabajadores mismos quienes deben vigilar por la buena marcha de la instrucción y de la educación de la joven generación laboriosa.
  2. La escuela debe ser no solamente fuente de conocimientos indispensables, sino también, a igual titulo, medio de formación del hombre consciente y libre, capaz de luchar por una verdadera sociedad humana y vivir y obrar en ella.
  3. Para que pueda llenar ambas condiciones, la escuela debe ser independiente, separada, por lo tanto, de la Iglesia y del Estado.
  4. La enseñanza y la educación de la juventud deben ser la obra de los llamados a ella por sus disposiciones, sus aptitudes, sus conocimientos y otras cualidades indispensables para tal misión. Esta obra ha de estar, naturalmente, bajo el control atento y efectivo de los trabajadores. .

Había en Gulai-Pole algunos intelectuales partidarios de los principios de la Escuela Libre de Francisco Ferrer, fusilado por la reacción española en 1909. A impulso de ellos, se promovió un vivo movimiento, que condujo rápidamente aun esbozo muy interesante de una vasta obra educacional. Los campesinos y los obreros se encargaron del mantenimiento del personal docente necesario de todas las escuelas de la localidad y alrededores. Una comisión mixta, integrada por maestros, campesinos y obreros, se encargó de satisfacer todas las necesidades, tanto económicas como pedagógicas, de la vida escolar. y esa comisión elaboró, en tiempo sorprendente, un plan de libre enseñanza, inspirado en las ideas de Francisco Ferrer.

Simultáneamente se organizaron cursos especiales para adultos. E igualmente cursos de nociones políticas -o, más bien, sociales e ideológicas.

Muchos que habían abandonado su actividad en la enseñanza y hasta dejado Gulai-Pole, volvieron a sus puestos al enterarse de la reanudación de la obra. y hasta acudieron a participar en ella algunos especialistas radicados lejos. Así se reanudó, sobre bases nuevas, la obra educacional. Es de señalar que se reiniciaron también las representaciones teatrales, con realizaciones muy interesantes, inspiradas en ideas nuevas.

Todo este impulso creador de las masas fue brutalmente deshecho por un fulminante ataque bolchevique, desatado sobre toda Ucrania el 26 de noviembre de 1920.

Este fue el quinto y último acto del drama.

La traición de los bolcheviques. Su tercer ataque decisivo contra la makhnovtchina.

-Después de todo lo ocurrido, nadie, entre los makhnovistas, podía creer en la lealtad revolucionaria de los bolcheviques. Se sabía que sólo el peligro de la ofensiva de Wrangel los había obligado a tratar con Makhno. y se tenía la certeza de que, una vez descartado ese peligro, el gobierno soviético no tardaría en emprender una nueva campaña contra la makhnovtchina, con cualquier pretexto. Nadie creía en la solidez ni en la duración del pacto. Pero, en general, se suponía que el buen acuerdo se mantendría durante tres o cuatro meses, lapso que se esperaba aprovechar para desplegar una enérgica propaganda en pro de las ideas y del movimiento makhnovistas y libertarios. ¡Esperanza bien pronto decepcionada!

Ya el modo en que el gobierno bolchevique aplicaba las cláusulas del acuerdo era significativo y sospechoso. Por nada se preocupaba de cumplir honesta, eficazmente, lo convenido. No soltaba, sino por cuentagotas, a los presos makhnovistas y anarquistas. y persistía en dificultar, por todos los medios, la actividad ideológica de los militantes libertarios.

Absorbidos por la lucha militar, los makhnovistas no podian, de momento, preocuparse de esta situación anormal.

A pesar de todo, renació en Ucrania una cierta actividad anarquista y reaparecieron algunos periódicos.

El interés y las simpatías de la población laboriosa por las ideas y el movimiento libertarios superaron todas las previsiones. Al ser libertado en Moscú y vuelto a Ucrania, me sorprendió el ver una gran multitud llenar el local de nuestro grupo en Kharkov, noche a noche ya cada anuncio de conferencia. A centenares se contaban los que, todas las veces, no podían entrar, y que, a pesar del frío intenso, permanecían a la intemperie para escuchar al conferenciante.

Bien pronto las filas de los anarquistas ucranianos se enriquecieron con la llegada de militantes de la Gran Rusia, donde los bolcheviques no tenían casi para nada en cuenta el. acuerdo con Makhno. Día tras día el movimiento cobraba mayor amplitud.

Tal estado de cosas apresuró la reacción de los bolcheviques, furiosos por tales éxitos.

Los makhnovistas contaban mucho con los efectos de la propuesta cuarta cláusula de la parte política del acuerdo. Insistían particularmente sobre la urgencia de examinarla y tomar una decisión al respecto, en el apremio de obtener de los bolcheviques el reconocimiento del derecho de autoadministración económica y social de los obreros y los campesinos. Los representantes de la makhnovtchina exigían que las autoridades soviéticas escogieran entre aceptar la cláusula en cuestión o explicar francamente por qué se oponían a ella. Sobre este tema se fue concentrando la propaganda anarquista. Hacia mediados de noviembre, esta cuarta cláusula atraía por doquiera la atención pública y prometía adquirir pronto una importancia capital. Pero los bolcheviques la consideraban terminantemente inadmisible.

Se había proyectado, para esa época, un Congreso anarquista en Kharkov, para tratar sobre la actividad libertaria en las nuevas condiciones creadas. Fue hacia la misma época que a la aventura de Wrangel se la pudo dar por definitivamente liquidada. y fue por la misma época, precisamente, que Lenin comenzó a preparar taimadamente un nuevo ataque contra makhnovistas y anarquistas, culminando con el envío de los famosos telegramas secretos, de los cuales tuvieron noticia los anarquistas demasiado tarde por conducto de un telegrafista simpatizante.
 

Apenas llegado a Gulal-Pole el despacho de Simón Karetnik -anunciando que se hallaba con las tropas insurreccionales en Crimea y se dirigía hacia Simferopol-, el ayudante de campo de Makhno, Gregorio Vassilevsky, exclamó: «¡Se acabó el acuerdo! Apuesto a que antes de ocho días los bolcheviques caerán sobre nuestras espaldas!» Lo dijo el 15 ó 16 de noviembre. y el 26 del mismo mes los bolcheviques atacaron traidoramente al estado mayor y las tropas makhnovistas en Crimea; se lanzaron simultáneamente hacia Gulal-Pole, apresaron a los representantes makhnovistas en Kharkov, saquearon todas las instituciones libertarias recientemente restablecidas en ella, y detuvieron a todos los anarquistas, muchos de los cuales habían acudido al Congreso convocado en dicha ciudad. De igual modo procedieron en toda Ucrania

(P. Archinoff, ob. cit., cap. IX).


Nota

1 Fue en este momento que Makhno exigió, por telegrama, la inmediata libertad de Tchubenko y la mía -yo había sido apresado en diciembre de 1919-, al enterarme de lo cual los bolcheviques encomiaron las cualidades combativas del ejército makhnovista.

 


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